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"NO HAY BUENA ACCION QUE ESCAPE SIN CASTIGO" C. A.





"DESAPAREZCAN LOS LIBROS DE CONTABILIDAD Y RECONCILIESE TODA LA TIERRA". ENRIQUE HEINE.




"LA FALTA DE CONFIANZA EN LAS PROPIAS FUERZAS Y EL SERVILISMO SON LAS CORTAPISAS DE LA GRANDEZA". A. N. RADISCHEV




"LA FUERZA DEL PODER QUE POSEEN LOS MALVADOS RADICA EN QUE ESTÁN UNIDOS. CUANDO LOS BUENOS SE UNAN, TERMINARÁ TAN ANÓMALO ESTADO COSAS". L TOLSTOI

Disculpen todo este espacio en blanco entre las frases anteriores y mi última entrada, estoy tratando de solucionarlo.

Por su comprensión, muchas gracias. esto


































jueves, 6 de diciembre de 2012


                          
LA LIBERTAD DE LOS PRESOS DEL PRIANISMO-EBRARDISMO, UN CAPITULO LUMINOSO DE LA SAGA ANTITIRANICA MEXICANA.

 
Por David García Ayala.

 
Muy temida por la satrapía prianista(1), es esa poderosa corriente de opinión cívica que condena la imposición presidencial, desde la de Felipe Calderón, a la de Peña Nieto, al día de hoy.

 
Persistir en la contribución a la madurez de las condiciones óptimas de conciencia ciudadana que atajen la antidemocrática tiranía impositiva de los presidentes de México, por una minoría oligárquica, es, sin espacio de duda, un propósito alcanzable en la medida en que no decaiga la esperanza de un país sin más escandalosos abusos desde el poder público.

 
Por lo evidente, es una obviedad, de esas de las que es muy sano el tenerlas presente, el que los medios masivos de comunicación respondiendo a los intereses de esa minoría oligárquica e inescrupulosa, manipulan toda la información y deforman la realidad para hacer espantable, como el señor del costal a los niños, a todo aquel o a todo aquello que impugne la imposición cesariana, dictatorial, de Peña Nieto, cuyo origen precisamente fue ese capítulo concluyente y ramplón, por lo telenovelero, de su connubio con una de las matronas más embaucadoras del pestilente azote televisivo (2).

 
Hoy, por protestar, en ejercicio pacifico de uno de los más estimables derechos constitucionales, en contra de la imposición de Peña Nieto como presidente de la República, hay casi un centenar de jóvenes mexicanos privados de su libertad en el inframundo de las cárceles de la Ciudad de México, y un ciudadano rumano desaparecido, hasta donde sabemos; el atentado es doble, a primera vista: una brutal aprehensión con ostentación rediviva del apaleamiento policiaco, al estilo del que se recetaba a los manifestantes en los años sesenta, y su internamiento entre muchos delincuentes redomados y en medio de una sórdida corrupción carcelaria en la que están muy inmersas las propias autoridades penitenciarias.

 
A tono con el registro de la espasmódica tonadilla del gobierno tiránico y del duopolio televisivo, se lincha mediáticamente a los jóvenes apresados con la fábula lactante de que fueron ellos los vándalos que dañaron el Hemiciclo a Juárez y que agredieron a los granaderos frente a Bellas Artes, el fin perseguido por esa infamia me parece claro: paralizar voluntades solidarias, infundir temor pánico en las dignas filas del contrapoder alternativo y, desatar odiosas y bajas pasiones en quienes hacen causa común con la tiranía (3).

 
Ninguna intención amable, sincera, y voluntariosa de causa cívica alguna podrá vislumbrar el éxito en el horizonte, a menos que se lo vislumbre como un espejismo etílico, en tanto impere la más soez imposición política, como la que se nos hace pasar en estos momentos a los mexicanos que sin titubear despreciamos fervorosamente el anzuelo en que va la carnada de la más descarada y cómplice apatía y del más básico, primitivo y feroz individualismo.

 
El panorama también continuará siendo trágico para el medio ambiente (toda la biosfera, obviamente incluidas las especies animales), y los pobres; se estará a lo que tenga la voluntad de dar como limosna, compradora de indulgencia y de impunidad, un gobierno, venido al mundo en medio de una charca maloliente, para dizque paliar esa dramática realidad; la responsabilidad de cualesquiera movimiento alternativo tendrá comprometida su sinceridad si no decide marchar del brazo y hombro con hombro con aquellos de nuestros compatriotas que hoy se activan contra la imposición política de un sistema profundamente descompuesto. Hacer lo contrario, hasta echarse en brazos del Prian, primeramente no será más que signo de moderación extrema y de tibieza irresponsable muy dúctil para envilecerse después en una abyecta entrega en cuerpo y alma al más sucio y vulgar estuprador de honras ciudadanas.

 

(1) Entiéndase los neologismos nacionales “prian”, “prianista”, como ese desliz erótico-politiquero que, en un círculo mitológico de ochos pies y ocho brazos, funde al PRI, Partido Revolucionario Institucional, con su cara mitad, el PAN, Partido Acción Nacional.

 
(2). Aquí se materializa aquello de que, conforme a las reglas de la gramática, dos negaciones arrojan una afirmación; en tanto que, en el casamiento de Peña Nieto y la llamada gaviota, dos prostituciones hicieron una virtud.

 
(3) Insólitamente, en los acontecimientos vandálicos suscitados el primero de diciembre anterior frente a Bellas Artes y en la esquina de Madero y Eje Lázaro Cárdenas, no se detuvo a ninguno de esos jóvenes físicamente dotados en forma suficiente como para arrojar piedras de respeto sobre los escudos de los granaderos y sumamente ágiles como para replegarse y perderse rápidamente en las calles del Centro cuando se dio la orden de ataque a la fuerza policiaca; no, las detenciones no fueron allí, sino en donde se manifestaban pacíficamente las personas, de eso, hay muchas y muy claras evidencias, así como de las palizas a los detenidos.